Descripción:

El caballo transpira para asegurar su regulación térmica, es uno de los pocos animales que actúa de esta forma.

Es normal que al entrenar o trabajar con un caballo lo veamos sudar. En caso de que el sudor aparezca con un tono blanquecino, formando espuma, no debemos alarmarnos; sólo significa una falta de entrenamiento.

Debemos saber que es aconsejable que el caballo sude de vez en cuando, pero es imprescindible tener la precaución de secarlo antes de hacerle entrar en la cuadra.