Truco:

Si su caballo se pone de manos, con la clara intención de tirar al jinete, lo más importante es intentar que no repita esta acción en el futuro y para ello existe un truco:

Consiste en aplastar un huevo fresco entre sus orejas, o por detrás de éstas. Previamente deberemos agujerear un poco el huevo para que se rompa con facilidad y no hacer ningún tipo de daño al caballo.

El acto en sí se realizará cuando se ponga de manos, justo cuando esté arriba. De esta manera le haremos pensar que se ha golpeado contra un techo y que se ha producido sangre, lo que en realidad será la clara del huevo, que le resbalará por la piel.

Un truco totalmente efectivo si además le dejamos la mancha durante algunas horas.